lunes, 29 de julio de 2013

Noche

Cada quien lleva su dolor,
tan puro en esencia
tan pesado acuestas.
Las lágrimas se colan en la rutina,
y la tristeza se le roba el brillo a la inocencia.

Lo sueños tan grandes,
se vuelven oscuras realidades,
la frustración como una bala directa al hipotálamo.

Camino por las calles; vacía.
No se ama dos veces igual,
no se vive, no se siente...

Un paso adelante de mis recuerdos
de la fuerza yo me enredo
una mirada a lo inesperado
y de reojo esquirlas del pasado.

La vida susurrándome al oído,
que el tiempo al tiempo
solo es una excusa de los miedos.